¿Qué pasaría?
¿Qué pasaría si les digo que hoy me voy a suicidar? ¿Qué pasaría si publico en facebook, twitter o en cualquier red social “hoy me suicido por favor no adviertan a mi familia, no quiero molestarlos”? Quizás los más allegados me llamen, otros me mandaran algún mensaje privado, algún colgado pondrá “me gusta” pero ¿a cuántos le interesará realmente?
¿Pasaría algo? La verdad es que no lo sé, pero tampoco me importa, no me importa si más o menos publican algo como: “no te hagas problema de todo se sale”, “fuerza negro, salí adelante”, o “¿che jugas el jueves a la pelota?”, etc. Estamos muy acostumbrados a pasarnos por alto, no nos tomamos el tiempo suficiente para detenernos, mirarnos a los ojos, escucharnos. Somos desconocidos fingiendo ser amigos en una red social, no nos interesa saber cómo está el otro, y preferimos ni preguntarlo, no sea cosa que nos necesite. Tenemos tres mil amigos y no sabemos si quiera sus verdaderos nombres, apodos, fecha de cumpleaños, no conocemos a sus padres, ni sus historias de vida. ¿De eso se trata la amistad hoy día? Antes los amigos se hacían por afinidad, ahora por celos.
Me cuesta entender que formo parte de esto y quisiera sacar al ser humano que tengo dentro y hacerlo rever cada una de las decisiones que ha tomado en los últimos años, a ver si está o no de acuerdo con su vida. ¿Me muero hoy, o lo dejo para más adelante? ¿Se trata de coraje, valor, huevos? La cuestión es que hoy me desperté con ganas de suicidarme, esperen, no sean hipócritas, todos alguna vez quisimos hacerlo. Al menos para llamar la atención, o para saber ”que se siente”, o quizás solo para joder a alguien. A veces tenemos dolores tan profundos que no sabemos cómo hacer para que dejen de matarnos lentamente, a veces el pecho se nos cierra tanto pero tanto que no cabe un puto recuerdo más. Creo que cada uno debería tener el derecho, sin ser juzgado, de decidir sobre su vida, de decidir si es lo que quiere, decidir si así quiere seguir, decidir al menos sobre su propia muerte. El problema es que ese dolor no es físico, no se calma con matarnos, ese dolor viene del alma y solo se sana con amor. En realidad muy pocas veces en la vida decidimos sobre nosotros mismos, de chico lo hacen nuestros padres, de grandes la sociedad en su conjunto, y así se pasa la vida sin ser posible decidir. Siempre dije que me iba a morir a los 33, ¿no sé por qué? Pero siempre lo supuse así, ya es tarde, me llego tarde el calendario, ya estoy viejo para morirme tan joven.
Entonces, ¿qué pasaría?, seguramente si lo llevo a cabo muchos dirán “yo lo leí pero pensé que era una broma”, algún otro se habrá quedado sin wi-fi y no llegó a emitir opinión. Pero en definitiva no creo que modifique demasiado la realidad de los otros, no es la idea tampoco, tampoco quiero cagarles el día o que me recuerden por haberlo hecho público, creo que la idea es sacarnos un poco la careta que, como sociedad, nos ponemos día a día.
Sinceramente me gustaría poder decirte las cosas en la cara, vernos y tomar un café, charlar y verte reír, llorar si es necesario, pero frente a frente. Me gustaría que las cosas fueran como antes, me gustaría ir a visitarte en cada cumpleaños y no conformarme con un mensajito, me gustaría incluso escribirte una carta de puño y letra y sería fantástico recibir una tuya. Alguna vez escuche que alguien decía “todo tiempo pasado fue mejor” y me resulto a típica frase de viejo, pero créanme que no estaban errados. Hoy tenemos una conexión tan simple, sencilla y eficiente, que estamos desconectados unos de otros. Esta policonexión nos hace amigo de miles de personas virtuales, pero de las reales casi ni contarlas podemos.
Cuando esto sucede los comentarios son “no pensó en su familia”, “pobre de los hijos o los padres”, siempre el suicida es el culpable de dejar a una familia sin un integrante, ahora nadie ve su sufrimiento, su agonía en vida, sus llamados de auxilio, sus gritos de ayuda, su desesperación por seguir viviendo. El suicida nunca se quiere matar, quiere matar su vida, para vivir otra, y esto lo sé, porque es la tercera vez que me mato.
Ya amé, ya sufrí, ya odié, ya me caí y me levanté. En definitiva hoy es un buen día para suicidarme, va a ser una hermosa noche, lo voy a publicar en facebook y ver qué sucede, ustedes serán los testigos presenciales así que espero sean justos y cautos en cada comentario.
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…(suena un teléfono)…
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-hola.. si! ¿qué haces? Nada acá en el trabajo, medio aburrido, ¿vos?..
-¿a qué hora?.. si, si, perfecto me encantaría, no tenía nada planeado para hoy, dale nos vemos en el bar, cuídate
Anónimo 